Muchas veces hemos visto como pescadores capturan ejemplares y los arrastran por el suelo, y al sacarlos, los desnucan y los echan en su bolsa para llevárselos, en teoría, esto está permitido siempre y que se respeten las tallas mínimas y el cupo de capturas de cada especia. Pero paraos a pensar, ¿qué pasaría si todos hiciéramos lo mismo?. La respuesta es que cada vez quedarían menos peces en nuestros ríos y embalses, que encima que ya nos quejamos por la escasez de estos, vemos como poco a poco desaparecen. Esto quiere decir, que nuestra actividad repercute en el medio, ya que casi ningún pescador respeta las normas, y aunque las respete, somos tantos que acabaremos por dejar "secas" estas zonas de pesca. En mi caso, yo empecé hace unos cuantos años a pescar, y al principio me traía las capturas a casa, aunque nunca me las comía, siempre las regalaba y enseñaba a amigos. Pero un año después, una exigencia moral me hizo ver que ¿de qué servía traérselos a casa?, una bonita foto después de la captura y se devuelve al agua, siempre es lo mejor. No es cumplir la ley de tallas mínimas. Ser un pescador responsable es precisamente eso, se consciente/responsable de nuestro impacto sobre el medio, saber que si pescamos a mucha profundidad los peces morirán, saber que debemos soltar los grandes reproductores, que no vale el "me lo llevo yo porque si no se lo lleva otro, y que tampoco vale la mítica y por otro lado ya aburrida excusa de los profesionales... Ser pescador responsable es ante todo ser sincero contigo mismo, no buscar excusas, no dar rodeos, aceptar las consecuencias de lo que estás haciendo, y actuar en consecuencia. Y nunca es demasiado tarde para ello, jamás. Porque hasta la más pequeña de nuestras acciones, puede tener la mayor de las repercusiones. Así que tenemos que pensar lo que hacemos, si no luego no nos quejemos..
Recuerda, siempre Captura y Suelta!!
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